El pasado martes tuvimos una de las exclusivas catas que realiza nuestro jefe David Lainez, en La Bien Pagá.
Se trata de la primera cata que se realiza en Murcia de la bodega Toro Albalá. Su distribuidor en Murcia, Andrés Gómez, de La Diligente Compañía de Vinos, ha querido que la primera cata se realice en nuestro templo de los vinos, especializado en vinos del Marco de Jerez.
La bodega Toro Albalá elabora sus vinos en una antigua central eléctrica en Aguilar de la Frontera, Córdoba. Estos vinos se caracterizan por el sabores minerales que le aporta el peculiar suelo de albariza de la zona, además de las horas de insolación y el nivel hídrico característico de esta zona cordobesa.
La curiosidad a destacar es que el nombre de uno de sus vinos es «Fino eléctrico» y se sirve en una botella con forma de bombilla.
La historia del nombre de este vino viene dada porque los parroquianos, con su deje y gracia andaluces, pedían un vino de los que dan «chispazo» y al beber dan «calambre», por estar elaborado en la central eléctrica. En la bodega siguieron el juego y le llamaron «Fino Eléctrico».
En esta cata, que estuvo dirigida por Almudena Perea, delegada comercial de la bodega, se presentó «MIUT», el nuevo proyecto de esta bodega, una serie de vinos blancos elaborados con uva Pedro Ximenez al 100%.
El menú elaborado por nuestro equipo de cocina para la ocasión se compuso de los siguientes platos.
La cena comenzó con un plato característico murciano como la hueva de mújol curada en Bullas con sus almendras y un jamón ibérico de bellota Beher.
Continuó con su Pipirrana de langostinos y pulpo con crema de mango, el Huevo Poché y shitake y el Salmón, guacamole y mayonesa Kimchi.
La parte salada terminó con sus Carrilleras con parmentier y la dulce con su postre de chocolate.
Los vinos que se maridaron: el maridaje comenzó comparando el Fino Eléctrico 5 años con el Fino en Rama Márquez de Poley,; continuó con la presentación de los blancos de Pedro Ximénez Miut el Jabonero, Miut Santa Magdalena, Miut L´Assemblage; siguió con el Palo Cortado Márquez de Poley de 25 años de Solera y terminó con el Px 1987 Gran Reserva.
La sorpresa final fue la cata de un Pedro Ximénez de 1964, que ahora editan con una botella muy chula en una nueva edición especial.